EL "VIRUS DE LA CIENCIA"
Todo comenzó con un artículo científico publicado en Nature. Los autores eran tan reconocidos internacionalmente que nadie se atrevió a sospechar del contenido. Medios de comunicación de todo el mundo informaron del hallazgo como si fuera real, sin cuestionarlo ni revisarlo. La comunidad científica defendía la noticia como una evidencia. Mientras tanto, el resto del planeta se echaba las manos a la cabeza. ¿Signos de inteligencia en rocas metamórficas?
Luego todo se precipitó. Los artículos llegaban uno tras otro, sin sentido, sin cuestionamiento. Gatos que hipnotizaban a sus dueños. Placas solares que funcionaban mejor a la sombra. El "quarkón", la partícula subatómica del tamaño de un puño. La máquina del tiempo que viajaba al presente. El implante de piel para hacer la fotosíntesis. Nuevos elementos de la Tabla Periódica con nombres de personajes de los Simpsons. El proyecto para unir la Tierra y la Luna con un ascensor.
Se extendía como una epidemia. Cada vez más grupos de investigación de todo el mundo publicaban artículos que parecían sacados de un chiste. Los gobiernos, al ver que la oleada de publicaciones absurdas no cesaba, tomaron la decisión más difícil. Encerraron a los científicos afectados en manicomios hasta encontrar una cura. Pero la cura no llegaba y la locura terminó por afectarles a todos.
Ahora escriben esquemas sin sentido en las paredes de sus habitaciones y construyen máquinas sin propósito en los pasillos del manicomio, mientras intentan convencer a los vigilantes de que son Isaac Newton o Marie Curie.
Nadie parece encontrar lógica en sus acciones, pero nadie se atreve tampoco a investigarlo. Todos los que lo han intentado han acabado infectados y encerrados.
En algunos círculos se habla de una posible cura. Parece ser que queda algún científico sin contagiar, inmune a los efectos de la investigación cientifica. ¿Será capaz de salvar la Ciencia a tiempo? ¿O perderemos para siempre la capacidad de explicar y predecir el mundo que nos rodea?